• Facebook
  • Twitter
  • Carnaval de Málaga TV
Carnaval de Málaga [WEB OFICIAL] - La Fiesta del Invierno Cálido
01

La Asociación Cultural Amigos del Carnaval. El carnaval 1982

NACE LA ASOCIACIÓN CULTURAL AMIGOS DEL CARNAVAL

El carnaval 1982 supuso en el breve camino recorrido desde 1979, una importante consolidación en las expectativas futuras del mismo, acentuadas por el nacimiento de la Asociación que debía organizar todas las actividades de la fiesta. Se denominó Asociación Cultural Amigos del Carnaval (ACAC) inscribiéndose con fecha veintitrés de abril de 1982, en el Registro Provincial de Asociaciones del Gobierno Civil de Málaga (2).

Como se indicó en el capitulo anterior, desde 1980 existía un grupo de malagueños que sé autodenominaban "Amigos del Carnaval" quienes, conducidos por el periodista Manuel Merchant fueron impulsores de los primeros actos carnavalescos en la ciudad. Sin embargo, no sería hasta una vez terminado el carnaval 1982 cuando Luis Melero les propuso la constitución de dicho grupo en asociación cultural. Durante cinco meses se realizó un intenso trabajo de gestión para reunir a los diecisiete grupos de carnaval e, incluso, consiguieron un local como sede social en la calle Zamarrilla, 19. Hay que decir que la mayoría de sus integrantes eran personas con amplia experiencia en el movimiento peñístico de la ciudad y conocedores de los resortes sociales necesarios para impulsar un proyecto de este tipo.

La inauguración de la misma tuvo lugar el veintiuno de julio de 1982, asistiendo el alcalde y miembros de la corporación municipal entre un buen número de invitados. Como anécdota de la jornada inaugural, cabe reseñar que el acto hubo de celebrarse en plena calle y no en el interior de la sede por falta de espacio (3).

Su primera junta de gobierno estuvo compuesta por: 

Presidente: Luis Melero García
Vicepresidente: Francisco Palomares González
Secretario general: Juan Requena Robles
Jefe de protocolo: Antonio León Moya
Contable: Angel Montilla Palma
Coordinadores de murgas y comparsas:
Miguel Gabriel González Arjona y Agustín Fernández Pavón
Tesorero: Miguel Olmo Puebla (4). 

El objetivo primordial de la ACAC era “la defensa, promoción y organización del carnaval de Málaga” (5) haciendo hincapié en la desvinculación política de la misma. El sostenimiento económico correría a cargo de cuotas por parte de los socios, cifradas en "cien" pesetas mensuales, así como "cualquier otro ingreso que por procedimiento legal pueda obtenerse" (6). El capital inicial fue de 89.310 pesetas y se estimó un presupuesto anual de 150.000 ptas. Los primeros ingresos fueron destinados al acondicionamiento de la sede social, estando previsto un apartado destinado “a aulas de enseñanza a futuros murguistas” (7).

Desde la perspectiva actual, llama la atención el carácter “defensivo” otorgado a la asociación. La percepción de la época era de amenaza constante por parte de las instituciones públicas y la sociedad en general hacia una fiesta que sólo contaba con tres años de existencia desde su resurgimiento. Aún se miraba al carnaval con los ojos del pasado reciente, incluidos los propios protagonistas, y prueba de ello es la redundante mención específica de la desvinculación política de la asociación.

Se redactaron unos estatutos de régimen interno en los que se detallaron todos estos objetivos y normas, aprobándose los mismos en Asamblea General Extraordinaria de asociados el 18 de marzo de 1982 en el salón del antiguo cine Cayri, sito en calle Martínez Maldonado (8).

Pese a las dificultades y precariedad de medios, la ACAC se va a   convertir   en el eje central de todos los movimientos carnavalescos en Málaga, influyendo incluso en algunas actividades en los pueblos de la provincia. Poco a poco, entre los carnavaleros, se fue erigiendo en la principal referencia hasta llegar a ser el motor impulsor del tren carnavalesco. Hasta nuestros días ha llegado este peso de los grupos en los designios del Carnaval y no se concibe la organización y planificación de la fiesta sin ellos. Esta es una de los rasgos más acentuados del carnaval malagueño de la segunda mitad de siglo.

La actividad de la ACAC se veía reducida al mínimo una vez finalizados los carnavales, con lo cual el eco carnavalesco en la ciudad quedaba mermado considerablemente, hecho que influiría en el impacto y difusión del carnaval entre los malagueños.

Ya tenemos los murguistas nuestra sede social:
se llama los Amigos del Carnaval.
El día de la inauguración salimos todos a cantar
para demostrarle al alcalde que queremos carnaval.
Señores con qué alegría
salimos este año en el Carnaval porque el Sr. Aparicio
nos ha prometido
que va a colaborar (9).

(Murga LOS DANDY'S, 1983)

LAS AGRUPACIONES DEL CARNAVAL 1.982

El número de agrupaciones participantes en el carnaval 1982 fue de un total de doce, de un lado las murgas: Los Niños de la Miga, Los Molineros, Los Boquerones, Los Emigrantes Percheleros, Los Cirujanos, Los Biznagueros, Los Tumbaitos, Las Pichoneras y Los Maletillas; además de la murga infantil Los Platanitos. De otro lado, participaron las comparsas Naranjitos 82 y Perotes 82.

La mayor parte de las agrupaciones en este año fueron creadas en el año anterior. Unas mantuvieron el mismo nombre: Los Niños de la Miga y Los Molineros y otros lo cambiaron: Los Boquerones (Los Colonos de la Colonia Santa Inés), Los Emigrantes Percheleros (Caracola Perchelera), Naranjitos 82 (Claudio y sus Senadores) y Los Platanitos (La Corte Joven del César); el resto de agrupaciones fueron de nueva creación.

La murga Los Tumbaitos nació en el mes de julio de 1981 por iniciativa de un grupo de socios de la peña Puerta Blanca como una respuesta más a la pujanza carnavalesca que vivía la ciudad. El nombre del grupo fue idea de su director Luis Bermúdez: “Fui a ver una película de Manolo Escobar –no recuerdo ahora el título- en la que el cantante llamaba a Antonio Garisa “tumbaito” porque estaba todo el día acostado. De ahí obtuve el nombre para el grupo”.

La   murga se disfrazó de “cubanito” -así se   denominó popularmente- y utilizó como instrumentos musicales la caja, el bombo y los pitos y sus componentes fueron: Francisco Ruiz, Manuel Jiménez, Francisco López, Francisco Acejo, Emilio Sedeño, Juan Acejo, Manuel Pérez y Luis Bermúdez Aparicio (10).

Cuántas y cuántas veces
hemos pensado salir
cantando una coplilla
que nos haga sonreír.
Ahí está el río seco
Guadalmedina se llama;
será así aparcamiento
o conversaciones vanas.
Se ha montado una presa
del Limonero llamada
dará agua ese río
o será una meada.
Que nos toquen los cojones
si no para la riada (11).

(Murga LOS TUMBAÍTOS, 1982)

La murga Los Cirujanos, se formó con los integrantes más jóvenes de la murga Caracola Perchelera quienes anhelaban actualizar el carnaval en cuanto a letras, músicas y disfraces, emprendiendo un camino diferente al de su murga de origen anclada en el recuerdo al carnaval de preguerra. La murga, incluyó la guitarra como instrumento además de los pitos, la caja y el bombo. Creó un repertorio de letras muy criticas y divertidas.

Sus componentes fueron: Enrique Gutiérrez Guti”, Francisco Jiménez de la Rubia. Manuel Pastrana, Cipriano Ruiz, Francisco Palma, Juan Santo, José A. Peña, Juan Gutiérrez, José López, Antonio Ancrulo, Ramón López, Francisco Muñoz, Juan Cantero y Antonio Báez (12)

Con saludos cariñosos nos queremos presentar
somos todos cirujanos sólo para el carnaval:
porque una vez que terminen estos días de cachondeo
soltaremos nuestras ropas para irnos al desempleo.
Hacemos operaciones de casos muy raros
cortamos lo que sea, siempre por lo sano
por eso de las anginas vamos a operar
a la partida de sinvergüenzas de esta capital.
que se tragan los dineros de los pobrecitos obreros
que pasan calamidad (13).

(Murga LOS CIRUJANOS, 1982)

A finales de 1981, nace en el pueblo de Álora la agrupación que en este carnaval se denominará Los Perotes 82, alentada por la iniciativa personal de Alonso, conocido en el pueblo como "El Paquirri" (14). Su afán carnavalesco, provenía al parecer, de sus vivencias familiares durante los años treinta de la mano de su padre, antiguo murguista de la localidad. Poco a poco, consigue reclutar un numeroso grupo de dieciocho componentes para formar la murga, dentro la cual debuta José Vergara. que en años venideros tomará el relevo en la continuidad del grupo, aunque en la modalidad de comparsa. Vergara había tenido conocimiento previo del carnaval gaditano por motivos laborales, lo que provocó que en su   primera incursión carnavalesca intentase aplicar estos conocimientos, incluyendo en el repertorio de la murga el popurrí.

Los componentes de la murga, entre otros, fueron: Juan de Dios Gil, Pedro Gutiérrez, Salvador Castillo, José Fernández, Francisco Díaz, Francisco Avila, Andrés Ramírez, además de Vergara y el citado Alonso.

Vaya unas cositas que traen aquí
son esos polvitos de Arabia Saudí
son de la puñeta o son marroquíes [sic]
pero dicen que “tó” el que lo fuma
se cree en la luna o fuera de sí
y palabras raras suelen pronunciar
con esos efectos que el porrito da,
y por eso quiero ver al morito Juan
“pa” comprarle uno a mi suegra.
¡A ver por lo que le da! (15). 

(Murga LOS PEROTES 82, 1982)

 

EL CARNAVAL 1982 EN LA CIUDAD

Este año supuso un espaldarazo por parte del Ayuntamiento hacia la fiesta ya que el apoyo que se había prometido un año antes no se llevó a término, siendo el colectivo autodenominado “Amigos del Carnaval” junto con el Gran Centro Comercial los que organizaran los días 14,19, 20 y 21 de febrero los actos festivos.

Así, en febrero de este año aparece en las páginas del Diario SUR un artículo firmado por Luis Melero titulado: “¿Carnaval sin Ayuntamiento?". En él, Melero cuestiona la pasividad del máximo órgano de la ciudad, así como los efectos negativos que ésta tendría sobre el carnaval. Nuevamente, vuelve a hacer referencia a la conveniencia desde el punto de vista turístico de potenciar una fiesta invernal. Desde la óptica del folklore, Melero defiende la teoría de que el Carnaval es un medio óptimo para recuperar la influencia ancestral que Málaga había tenido sobre la cultura andaluza y levantina además de revitalizar las facultades musicales del malagueño, elemento que ya parecía erradicado del entorno social de la ciudad (18).

Ante esta indefensión a la que se vieron sometidos los carnavaleros, el dieciséis de febrero, la ACAC publica una proclama dirigida al pueblo de Málaga, ante la inminente celebración del carnaval. En ella, hacen cuatro llamamientos a los malagueños; el primero comienza diciendo: “¡Disfrazaos! Haced que las calles de Málaga brillen con el colorido de vuestros disfraces...”. En el segundo, solicitan la participación masiva de los malagueños; en el tercero: “Tened buen humor”   y por último, piden la colaboración de “vecinos, peñas, comisiones vecinales, empresas mercantiles e industriales, medios de información e instituciones públicas”. Termina el manifiesto apelando a un carnaval malagueño con pretensiones europeístas (19).

Esos que en el Ayuntamiento nos crean los problemas
para un acto popular
no quieren que Málaga tenga fiesta de carnavales
como es tradicional.
Tienen Delegado de Cultura,
que el tío con gran finura promete más y más;
luego no cumplen las promesas
los malagueños siempre recordarán que Paco Pargas “pasó”
por estas tierras malagueñas prometiendo y no cumpliendo,
no ayudando a los murguistas,
¡Vaya tío más altruista! (20). 

(Murga LOS CIRUJANOS, 1982)

Los festejos tuvieron unos prolegómenos en los diferentes barrios, los días 6, 7, 13 y posteriormente, el 27 de febrero, en los que actuaron las distintas murgas y comparsas. Ahora bien, los actos oficiales comenzaron el día 14 en la Plaza de Toros de la Malagueta, con la celebración del II Encuentro de murgas y comparsas a las once de la mañana, que supuso un éxito de participación y asistencia de público. La cesión de la plaza fue gratuita por parte de la Diputación Provincial a través de las gestiones de su vicepresidente Luis Plaza. El acto estuvo presentado por Ángel Romero.

Los días 19 y 20 de febrero el escenario de los actos se trasladó a la Plaza de La Merced, donde actuaron murgas y comparsas, pese a la disconformidad de Luis Melero por lo inadecuado e insuficiente del marco (21). El día veintiuno previamente al desfile. y al igual que el año anterior, la murga Emigrantes Percheleros hizo su desembarco tradicional en el puerto.   El colofón lo constituyó el desfile de   carnaval, presenciado por miles de malagueños. Resulta curioso cómo el desfile lo abrían una treintena de caballistas ataviados a la usanza serrana. Destacó también   el gran número de   carrozas participantes tales como un tren de juguete de la murga Los Niños de la Miga, un gigantesco Naranjito de la barriada Nuevo San Andrés o una barca pesquera que transportaba a la murga Los Boquerones de la Colonia Santa Inés.

El último acto carnavalesco en la ciudad tuvo lugar el sábado veintisiete de febrero en el Centro de Educación especial de Portada Alta (CREEM), con la celebración del primer certamen festival de murgas y comparsas del carnaval de Málaga 1982. El certamen se convirtió en una final de agrupaciones a la cual accedieron diez grupos de Málaga capital y provincia, tras haber superado una serie de preliminares organizadas por Radio Torcal F.M. en colaboración con la ACAC y el patrocinio de la firma comercial Coca-Cola. Esta final fue retransmitida por radio para toda Andalucía por Aurora López, Santiago Amores y el técnico José Ruiz. La presentación estuvo a cargo de Carmen Abenza y Rafael Acejo Martín.

Los grupos finalistas fueron las murgas Los Molineros, Los Tumbaitos, La Axarquía, Los Cirujanos, Los Maletillas. Los Niños de la Miga, Los Biznagueros, Los Emigrantes Percheleros, y la infantil Platanitos y la comparsa Naranjitos 82.

El primer premio constaba de 12.000 pesetas y fue para la murga Los Niños de la Miga. el segundo premio fue de 8.000 pesetas para Los Cirujanos y el tercero para Naranjitos 82 con un premio de 5.000. Se entregaron también premio a la mejor letra por gentileza de Publicidad Gong, al mejor vestuario, trofeo Pepeleshe, a la mejor interpretación “trofeo La Coracha” y premios-trofeos de “Ricard”, “Galerías Sedeño”, “Autoescuela Alco”, discoteca “Cuore”. Gimnasio Club “Brieva” que se repartieron a los grupos: Los Biznagueros, Los Emigrantes Percheleros, Los Maletillas, La Axarquía y Los Molineros. Asimismo, se concedió un premio especial a la murga infantil Los Platanitos.

El jurado estuvo compuesto por el letrista Ripoll, Antonio Ruiz Molero, Juan Rodríguez de Jesús; Francisco Moreno, pintor; Luis Melero como secretario sin voz ni voto y un delegado por cada grupo participante (22).

Frente a los tradicionales encuentros de   agrupaciones celebrados desde 1980, este acto llevado a cabo en el CREEM supuso la antesala de lo que, a la postre, sería el concurso de grupos de carnaval que se iniciaría un año más tarde en 1983. Nacía para la fiesta una nueva motivación que haría en el futuro que los grupos centrasen sus objetivos musicales   y letrísticos   en   el enriquecimiento de   la   técnica   vocal, instrumental y de la métrica. Esto va a redundar en un carnaval, por parte de los grupos que poco a poco, se va a ir distanciando de las pretensiones iniciales de los primeros organizadores, de manera que se empiezan a abandonar los esquemas del carnaval malagueño de preguerra para recibir la influencia en cuanto a técnicas y modos de hacer del carnaval gaditano, lo que permitió una evolución más veloz en la calidad de rnurgas y comparsas. Este fenómeno se vio amplificado además por las retransmisiones que televisión hacia de la final del Teatro Falla de Cádiz, que supuso la incursión sonora y visual directa del carnaval gaditano en el voraz apetito que tenían los primeros autores y directores de grupos en Málaga. Directamente tenían en sus pantallas de televisión cómo organizar las voces e instrumentos, las técnicas de interpretación, oían las letras de mayor impacto en el pueblo...

De aquí, se desprende la relevancia que adquirieron los medios de comunicación en la difusión y posterior influencia del carnaval gaditano sobre otras ciudades. Las agrupaciones de Málaga y Cádiz que históricamente habían mantenido sus esquemas propios durante más de medio siglo, se mezclaban asimétricamente en favor del asentado carnaval gaditano. Igualmente, este fenómeno se hizo extensivo a toda la provincia de Málaga y a otras capitales andaluzas como Córdoba, Almería, Huelva y provincia, así como Ceuta y Melilla.

Del libro: Málaga, Carnaval 1979-1983 de José Miguel Morales y David Delfín

Subir al Inicio